A continuación se dan algunas breves aclaraciones de tipo epidemiológico: Suponga que existe en la empresa un grupo de trabajadores expuesto a una sustancia química X y otro grupo que no está expuesto (de forma habitual por su trabajo, no porque se quiera hacer ningún tipo de experimento con ellos) y se desea saber si es más probable que las personas expuestas desarrollen dermatitis en comparación con las no expuestas. Para ello se deben calcular proporciones de incidencia y luego aplicarles medidas de asociación y de impacto.

La proporción de incidencia muestran qué porcentaje de personas de un grupo desarrollaron una enfermedad. Ejemplo: De 140 expuestos a la sustancia X, se presentaron 35 nuevos casos de dermatitis, es decir que la proporción de incidencia en expuestos es 25%, o en otras palabras que por cada 100 expuestos se presentaron 25 casos nuevos. De igual manera se puede calcular la incidencia en no expuestos y la incidencia total.

Las medidas de asociación sirven para saber si una variable está asociada con otra como primer paso de la definición de causalidad. Hasta el punto anterior simplemente se sabe qué porcentaje de personas se enfermó en cada grupo, pero no se sabe si la diferencia que hay entre ellos es estadísticamente significativa o no. Para el ejemplo, la proporción de incidencia de los expuestos fue 25% y la de los no expuestos fue 6%; con esos dos datos solos no se puede concluir nada acerca de la asociación, sin embargo, con el resultado de cualquiera de las medidas de asociación, si se pueden extraer conclusiones.

Po otra parte, las medidas de impacto sirven para saber qué proporción de casos de enfermedad podríamos evitar entre los expuestos si lográramos controlar la exposición (%Rae) y qué proporción de casos de enfermedad podríamos evitar en toda la población si lográramos controlar la exposición (%Rap).

En las siguientes entregas se explicará cómo se calculan e interpretan estas medidas.