Luego de haber descrito las características de las incapacidades y haber seguido su comportamiento a través de indicadores, es conveniente realizar comparaciones como las siguientes:

  • En el tiempo: con años anteriores (idealmente usando diferenciales).
  • Entre grupos de la empresa: regionales, sedes, áreas, etc. Para que sean válidas no se deben hacer sobre frecuencias absolutas (número de incapacidades o de días de incapacidad), sino sobre los indicadores mencionados en las pautas 5 y 6. Para mayor precisión se hacen a través de pruebas estadísticas.
  • También es posible comparar los resultados de la empresa con referentes externos.